Pasos

Santa Verónica - La Imagen

Imagen de Santa Verónica La Verónica ciezana, obra de Sánchez Araciel (1894) si bien está inspirada en esencia bajo las normativas barrocas, su esbeltez y fina elegancia roza ya la estética neoclásica. Se trata de una imagen estilizada, con influencias napolitanas, cargada de gran sencillez en el rostro y de barroquismo en sus ropajes.
Iconográficamente se caracteriza por su posición frontal, de manera que el atributo que porta en sus manos quede en primer plano. Vestida a la manera hebrea, también asume en su indumentaria los diversos localismos donde se represente; y a diferencia de las santas mujeres, ésta es de mayor edad y normalmente cubre su cabeza con un velo transparente.
La imagen ciezana es una obra enlienzada y se nos presenta con el pie derecho adelantado, y el izquierdo lo tiene flexionado en actitud de avanzar levemente, posición que determina los pliegues de su túnica. La torsión suave de su cabeza, los brazos adelantados para sostener el pañueloo y el desplazamiento de los fruncidos de su vestido, provoca un dinamismo tímido de la figura. El cabello lo lleva recogido en un simple moño y su expresión es dulce, cargada de ternura, por lo que su dolor es íntimo y esto lo podemos comprobar en su tez blanquecina, en el arqueamiento de sus cejas que muestran unos ojos lacrimosos y en la boca entreabierta.
La Santa va cubierta con indumentaria barroca con vestido, manto y corpiño, estos dos últimos adornados con ornamentos vegetales y detalles dorados en el escote.
A pesar de ser una obra inspirada en la de Francisco Salzillo, ésta es de factura neoclásica, ya que no tiene la movilidad y el aspecto compacto de la murciana.
Actualmente y tras la Semana Santa de 2012, recibe culto en la nueva Parroquia de Santa Clara.
 
 
Santa Verónica - El Trono

Imagen de Santa Verónica Datado de 1894, fue tallado posiblemente por José Izquierdo y dorado por Ignacio Amoraga y Latorre, ambos ciezanos. El trono que porta la imagen de la Santa Verónica es el clásico Trono de Salón ciezano, de estilo modernista, de madera en oro fino y configurado por dos cuerpos. Es un trono muy decorado. Del primer al segundo entablamento se distribuyen los brazos de luz, algunos de factura salomónica y otros puramente modernista. Un jarrón central separa el cuerpo inferior de la peana superior, decorada ésta con el sudario y la Santa Faz.

(Fuente: Ana Mª Ruiz Lucas, de su artículo "Evolución de las andas, II Parte", publicado en la Revista Anástasis ,nº 3, año 2004) 
 
La Ascensión de Jesús - La Imagen

Imagen de La Ascensión de Jesús De tamaño natural, la Imagen, que se eleva sobre una nube tallada de madera y plateada, está esculpida íntegramente de madera de cedro (la medida total del conjunto alcanza los doscientos veinte centímetros de altura). La cabeza, manos y pies están policromados con la técnica del óleo al pulimento brillante. El manto lleva una zimbra alrededor realizada en policromía con oro fino, y la túnica está dorada y estofada con pigmentos al temple.
La Ascensión de Cieza, realizada por el escultor sevillano Miguel Bejarano Moreno en 2004, nos muestra a Jesús, tallado en madera, elevado sobre un nimbo plateado mostrando en sus manos y pies los estigmas de la Pasión, y vestido con túnica y manto, (también tallado) que se arremolinan para dar la sensación de elevación.
Procesiona en la mañana del Domingo de Resurrección, sustituyendo desde 2005 a la Imagen titular de la Cofradía. Durante todo el año recibe culto en la Parroquia de San Joaquín. Se encuentra colocada en la antigua capilla del Bautismo.
Se puede considerar la Ascensión del Señor como la última aparición antes de su subida a los cielos. El sinóptico de Lucas es el más explícito en este episodio evangélico que si bien se puede considerar como una "segunda resurrección", no puede catalogarse dentro del ciclo Pasión, Muerte y Resurrección. Aunque aparece en los Evangelios, es en el libro de los Hechos de los Apóstoles donde se narra con exactitud este momento: " Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos." (Hch. 1,9).
La iconografía de la Ascensión en el arte de Occidente nos muestra al Redentor humanizado, mostrando sus llagas, y presentando su cuerpo a la vista de sus apóstoles. A veces suele confundirse con el pasaje de la Transfiguración. Su representación comienza en el siglo XII y es más usual en pintura que en escultura.ç
(Fuente: Ana Mª Ruiz Lucas, de su artículo “Evolución de las andas, II Parte”, publicado en la Revista Anástasis ,nº 3 y El Anda 2006).
 
Nuestra Señora de la Amargura


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Santa Verónica Infantil

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